domingo, 30 de marzo de 2008

Insensatez.

7:59

Ese soy - lo que no es, fijo virus y rodaja, sorbiendo la pulpa, tungsteno amargo que besa con inmensa gracia pasiva, titilando en balance y esnifada la mortaja, prefiguran y presiento, quién será el guardián de sueños. Porfían y consiento, la fantasmagórica pretensión, ese mapa de jadeos y perjuraciones, callado, duro y mintiendo, cobro la matriz de nuestro acabose, fin de todas las miradas y tiempos globales, santidad de niño que juega con madera, el canto y pájaro estribillo, en su mano baila, confundida la sordera del fuego y en cuerda floja se debate la conversión de estos pies al hilo, campos en detrimento del ruido, campos en que se concentra el hielo. Apagado de pasiones, también prueba, también grita y en éxtasis gime mi esfera, gime tu nombre indefenso y castrador y consigue, consumido en el dulce estelar, detritus de todos los rincones, la cosmográfica oposición al hurto, extremidad al fondo del cordón satelital, cordón de esta dama de la que ya te hable y que es lo que no es y como yo, que tampoco quiero saber, rompe en cascadas vagas y ciertas percusiones, ruidos y lamentos que además lloran y ríen y vuelven a conjurar el rito oscuro, necesario, amado y perdido del no conocer.




Autor: Daniel Rojas Pachas.


sábado, 29 de marzo de 2008

Narrador. Carlos Morales Fredes.

16:34


Carlos Morales Fredes es un escritor afincado en la región. Desde hace unos años viene cultivando con talento, fuerza y perseverancia la prosa, principalmente el relato breve que domina con ingenio e ironía. Esta aventura creativa lo ha llevado a participar activamente en las tertulias literarias del grupo Rapsodas Fundacionales y a la fecha cuenta con una publicación titulada Malicia, antología de cuentos que vio la luz en noviembre del 2005.

Este libro, comprende diez relatos cortos pero de gran potencia. No tardamos más de una hora o dos en leerlos y disfrutarlos de principio a fin, sin embargo la reflexión vital, esa capacidad de conmover y evocar, se impregna gracias a cuentos lapidarios e insospechados como "el regreso" y como olvidar la maravilla conmovedora y a la vez anhelante de "el circulo en el tiempo".

Las letras de Morales comienzan a devorar nuestra cabeza y finalmente, si oponemos el relato "Malicia" (homónimo del libro) con la historia de "el pan nuestro" vemos el transitar del hombre desde la crueldad racional a la inocente irrealidad y comprobamos así, que una obra consigue su propósito estético, al dejar una parte de si en cada lector.

El estilo de este autor resalta por su uso coloquial del lenguaje, lacónico y preciso, libre del barroquismo propio del escritor latinoamericano. Yo me atrevería a señalar que en él, hay cierta reminiscencia a Steinbeck y O.Henry. Cultores de las letras, de origen anglosajón. Ellos como Carlos Morales, fueron capaces de transportarnos con la descripción breve y el desparpajo de las existencias ficticias que proponen y que por su propio peso, se toman el derecho de transitar entre nosotros. Aunque Morales, que se declara un escritor intuitivo y un lector disperso, demostrará por originalidad, que más allá de influencias que probablemente son sólo azar o impresiones de este crítico; la magia de su narración reside en la propia experiencia. Un sentido irónico y atento, dotado intrínsecamente del arte de succionar y exprimir tras la anécdota, lo que los demás no vemos y que su voz de narrador nos abre.

Un trasfondo vital y hondamente humano, la soledad, la desesperación, la crueldad y redención, tras la rutina de sobrevivir y realizar actos tan comunes como comprar el pan, caminar de vuelta a casa, lavar los trastes y ser un padre severo. Pues de que otra forma, podría estructurarse el lenguaje sino de la manera en que Morales construye con honesto afán, mundos que vemos en la prensa con perplejo absurdo "pianista ciego mata a asesino sordo" dice con picardía una de sus historias entrañables. La idea de convivir con la cesantía y cuidar a un molesto perro o claro, desvivirse entre amigos y cervezas o en la más profunda soledad amparado por un baúl plagado de viñetas del pasado, víctima de un anhelo amoroso.

Todas esas desventuradas gestas anodinas, no serían más que un impostado ejercicio de retórica, si no gozaran de este contar con voz amiga o lo que se llama erudición de la calle.

El resultado, mundos cercanos y verosímiles para el lector, aún cuando el creador se da el lujo de abofetear a su público con dosis encantadoras de fantasía e irrealidad. Curiosamente, este elemento fantástico lo percibimos en relatos que sumergen a los protagonistas ante turbas o ciudades enteras sumidas en la incomprensión, carentes de empatía o reflexión, lo cual nos lleva otra vez desde una mirada en anverso, al tema de la desolación y desamparo, el sentirse disociado o ajeno en el mundo, un extranjero en las fronteras de la disolución del yo, un huérfano de si mismo que comienza la tarea agotadora de reconstruirse. Tal es el caso de algunos relatos aún no publicados y muy interesantes, como “Ausenciando”, estos dan fe de la labor constante y ante todo creciente de este autor que se ha declarado ante sus lectores como escritor de tomo y lomo, en un juego metatextual llamado "Recordando el futuro" El camino que se viene para su persona, parece estar trazado en la pluma y el papel, pues de manera implícita, el relato señala: que cansado de escribir currículos producto de la cesantía, comenzó a escribir cuentos.

Autor: Daniel Rojas Pachas.


MALICIA (cuento completo)

Agustino dijo no. Por el simple ejercicio de decirlo, cansado de asentir, de ser eternamente complaciente. Pasado el asombro que provocó su negativa, se armó un pequeño conato de rebelión ante su inusitado veto. ¡Porque no!, fue su replica a la protesta cargada de reproche.

Sabía que los niños podían llegar a ser egoístas, e incluso crueles, en su empeño por lograr sus propósitos. No quería ceder a sus requerimientos en desmedro de su propio tiempo y persona.

El tono de voz, alto y perentorio, acabó por abortar la incipiente insurrección, logrando afianzar su jerarquía, reintegrando el orden establecido. Las diminutas bocas retomaron, con una mansedumbre solapada, su rutina alimentaria, esta vez plenas de queso y pan, como antes de reclamos.

Terminado el desayuno, Agustino se levantó muy erguido, y con un movimiento de caballo de ajedrez sorteó el ángulo de la mesa y se dirigió a la cocina, seguido por la gata. Empeñado en mantener el halo de autoridad, no solicitó ayuda a la hora de lavar los trastos usados durante la ingesta matinal.

La pequeña jauría de muchachos se retiró de la mesa envuelta en un amurrado silencio, para dirigirse al patio de la gran casona.

Terminados los quehaceres de la cocina, se entregó a la tarea de alimentar a su regalona. Había parido tres gatitos, que prometían ser tan hermosos como ella. Sentía especial predilección por el animal. Incluso se preguntaba, con algo de remordimiento, si la prefería antes que a los chiquillos. Esa noche, durante la cena, intercambiaron miradas inescrutables entre sí, mientras él comía fingiendo indiferencia. Al final, sin pedírselo, ayudaron despejando la mesa, y mientras él se dirigía al baño, ellos se quedaron secando la vajilla.

El gatito, el más pequeño de los tres, su favorito por parecerse a la parturienta, flotaba inerte en la tina. Consternado ante la trágica visión, y después de retirarlo del agua, lo sepultó junto al pomelo.

Al otro día, durante el desayuno, ellos insistieron en su solicitud. Agustino dijo sí.

Autor: Carlos Morales Fredes - Libro Malicia (Noviembre del 2005)

miércoles, 26 de marzo de 2008

Recordando al Poeta Visual: Guillermo Deisler (1940-1995)

1:42
deisler


Podemos señalar a Deisler como un precursor y motivador ferviente del arte y cultura, gran poeta visual, creador de imágenes, capaz de dar al lenguaje dimensiones cognoscitivas y emocionales, que van más allá de la mera significación

Guillermo Deisler, uno de los más interesantes artistas plásticos de Chile, nació en la Región Metropolitana el año 1940, ganó Medalla de Bronce en escultura, en el Salón Nacional de Bellas Artes de Santiago y poseen obras suyas en el Museo de Arte Contemporáneo. Logró además el reconocimiento internacional, siendo uno de los que, con mayor énfasis, puso a nuestro país en la escena del arte alternativo mundial. Fue expositor xilográfico en importantes capitales culturales latinoamericanas (La Habana, Buenos Aires, Lima.) Intercambio sus Ediciones Mimbre (1963) con el artista uruguayo Clemente Padin y otros destacados, argentinos y brasileños, adeptos a la vertiente visual de la poesía, posicionando la experimentación poética e interdiscursividad Chilena (cruce de géneros, en este caso, lirismo, pop art, publicidad, arquitectura y pintura) en un plano no conseguido antes y quizá no superado del todo aún.

Por ello no es de extrañar que su figura sea junto a otras honrosas excepciones nacionales como La Nueva Novela de Juan Luís Martínez, las obras "plásticas" de Eugenio Dittborn (Pinturas Aeropostales) y Sybil Brintrup (Vaca Mía), y El Archivo de Zonaglo de Gonzalo Millán, lo más destacado en dicho campo de la experimentación creativa.

Deisler, hoy en día, es recordado con respeto y cariño por muchos que trabajaron a su lado o conocieron su obra. En Europa es sumamente reconocido, su trabajo forma parte de numerosos estudios y colecciones. Se le rinden homenajes y exposiciones en museos de Francia y Alemania, lugares en que vivió tras el golpe de estado. Pues Deisler, como muchos, fue detenido y luego de un año, enviado al exilio, viviendo sucesivamente en Francia y Bulgaria, hasta establecerse finalmente en la ciudad de Halle (República Democrática Alemana) lugar en que falleció en 1995.

Hay que destacar además, que su vida profesional, genio y condición humana, no sólo deslumbró a la capital de nuestra larga y estrecha franja austral así como a importantes países del viejo mundo. En distintas épocas y con múltiples proyectos, estuvo íntimamente ligado a nuestro contexto, el norte chileno. Trabajó en la Universidad de Chile, sede Antofagasta como docente y director del Departamento de Artes Plásticas y Manuales. Y en un caso más cercano a nuestra ciudad frontera, el autor participó activamente junto al Consejo de Dirección de la Revista Tebaida . Labor que se enmarca dentro de la llamada época de oro de la poesía ariqueña . Esta publicación fue dirigida por Alicia Galaz, destacada poetisa, investigadora literaria y catedrática de la Universidad de Chile, Sede Arica y apareció por Nascimento, en la capital, entre 1968 y 1973. Aún hoy, sigue siendo una de las empresas literarias más destacadas y reconocidas del norte junto a otros empeños como Extramuros.

En Tebaida, participaron además Oliver Welden, Ariel Santibáñez y José Martínez Fernández. Por sus páginas desfilaron además muchos poetas chilenos y de otros países. Se destaca el poema de Gonzalo Rojas contra Nicanor Parra, la selección de poetas peruanos, norteamericanos y los nacionales: Lihn, Teillier, Waldo Rojas, Gonzalo Millán, Sergio Hernández, Omar Lara y prácticamente toda la generación del 60.

En definitiva, podemos señalar a Deisler como un precursor y ferviente motivador del arte y la cultura. Gran poeta visual, creador de imágenes capacitado para dar al lenguaje dimensiones cognoscitivas y emocionales que van más allá de la mera significación . Su trabajo implica una modificación activa en el campo de la lectura, la página se descompone y más allá de ser un simple soporte del texto, se recubre de diversas trayectorias, lo cual implica una ruptura provocativa a la linealidad y una invitación sublime a la polisemia y heteroglosia (multiplicidad de significados y discursos, respectivamente) Hay también en su obra, un desafío abierto al rol del lector. El cual debe abandonar la comodidad de mero ente repectivo en el circuito de la comunicación, para emprender decisivo el papel de co-creador, ante formas innovadoras que golpean su sensibilidad.

En cuanto a la temática, Deisler busca subvertir el código y gestar formas libres de expresión, se manifiesta esa desconfianza en el lenguaje y las estructuras previas y anquilosadas, que se ven como armas, imanes y vehículos panfletarios del poder. Visión que ha caracterizado a la filosofía y arte desde la mitad del siglo recién pasado. No debemos ver su obra entonces, como una simple ilusión, escapismo o capricho tendencioso, sino como una alternativa deconstruccionista y re-creadora de los elementos que ya conocemos pero que en clara rebeldía y compromiso, encauzan con original fervor y forma, la profundidad del dolor humano, el anhelo de paz, de renovación, de crítica a los absurdos en la historia y las promesas que siempre descansan en la memoria individual y colectiva como una utopía o genuina acción .

Componen la destacada obra de Guillermo Deisler: "GRRR", poesía visual, Santiago, 1969; "Antología de la Poesía Visiva en el Mundo", Universidad de Chile, Antofagasta, 1971; "Le Cerveux", Nouvelles Editions Polaires, París, 1975; "Packaging Poetry", poesía visual, edición de autor, Plovdiv, Bulgaria; "Make-up", poesía visual, Halle, 1987 y "Unlesbar & Sprachlos", poesía visual, Halle, 1990, edición de autor. Tambien entre 1987 y 1995 inicia el proyecto artístico colectivo de poesía visual y experimental UNI/vers(;) Peacedream-Project, edición que alcanza los 35 números con trabajos originales de artistas de todo el mundo.

Consideró indispensable contribuir a la difusión de la obra y memoria de un artista plástico completísimo: dibujante, grabador, diagramador y también impresor y editor. Por ello he incluido a la nota un video que humildemente edité, y que reúne material de este autor, de forma que el público pueda conocer la magnitud de su arte.

Autor: Daniel Rojas Pachas.


domingo, 23 de marzo de 2008

Poeta Joven: Rodrigo Rojas Terán.

8:30
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En esta edición de semblanzas profundas, hemos procurado atender al llamado de la poesía y centrarnos en una promisoria y emergente figura de las letras locales y por que no decir, joven autor en vías de crecimiento, capaz de proyectarse a la cadena cultural del país.

Nacido en Arica en 1987, Rodrigo Rojas Terán, a su corta edad, se proyecta como un creador de oficio, su sensibilidad humanista y su amor por la lectura, lo han hecho un autodidacta especializado en la poética nacional, de preferencia, la línea de vanguardia, encabezada por La Mandrágora además de los herméticos pero bellos versos de Humberto Díaz Casanueva y Rosamel del Valle. La generación del 50, configurada por Teillier y Lihn, no escapan a su agudo ojo y la vertiente más experimental que coquetea con los códigos visuales y la performance deconstruccionista, también ha pasado por el filtro de su criterio, nutriéndolo como poeta.

Rodrigo, en una amena y distendida charla, me contó sobre sus primeros pasos, cursaba en ese entonces segundo medio, tendría alrededor de catorce o quince años y se aproximó de la mano de Neruda, encantado por el tópico del amor y la adolescente necesidad de expresarse, a lanzar unos primeros atisbos de lirismo. Casi como un juego, recuerda esos pasajes plagados de imágenes directas y lugares comunes. Con gran sencillez y apelando a lo más básico fue descubriendo el arte de crear mundos con el lenguaje, sin embargo, su inquietud era bullente y requería tan sólo una mano amiga, un sincero consejo o estimulo para crecer. En su búsqueda personal, hay dos hitos que el destacó y recuerda con cariño. El grupo Rapsodas encabezado por dos conocidos y destacados maestros y creadores de Arica, Don José Morales Salazar y Luís Araya Novoa, quienes lo acogieron como una segunda familia, ayudándolo a crecer y despuntar con confianza y disciplina. El segundo espacio, la biblioteca municipal. Como en un cuento Borgiano, este recinto del saber, se volvió el refugio e incubadora de su arte, allí pudo dialogar con voces y vidas imperecederas abriendo las puertas de la percepción como estipula el visionario ingles William Blake .

Gracias a esos dos caminos que confluyeron en un momento casi decisivo y podríamos decir crítico del desarrollo de una persona, pudo ir gestando una visión más amplia de la literatura y una vocación que lo lleva a afirmar tajante, que nuestro país tiene una deuda con sus creadores. Para él la poesía, sobre todo la nacional, que el deslinda en una edad de oro que va desde 1930 a 1970, significa la convergencia de hombres y mujeres que han podido captar con sus obras, mejor que nadie, la realidad existencial y profunda, de esta larga y delgada franja inmersa en un basto globo. Un paralelo mágico y fértil, que debe ser rescatado. Su frontera, simplemente la traza la negligencia y desidia, del que no quiere ver más allá de su intolerancia.

El arte no es para las elites, las puertas de la cultura y el arte, están abiertas para todo el que sincero quiere leer, aproximarse a la música y la pintura, señaló, para luego contarme que en el 2006, recordando sus comienzos, participó en las charlas poéticas entregadas a jóvenes en la D4. La idea era motivar a otros y transmitir la pasión por leer y escribir, ambas hacen de este mundo un lugar mejor, enriquecen nuestras vidas, recalcó.

Pensar de esta forma, sentir la poesía como una necesidad espiritual, le han dotado de una ética y estética personal, de manera que el mismo y su mundo, sea una construcción, un camino íntimo que va labrando a través del arte. El crecimiento no debe ser tan sólo intelectual o académico sino de preferencia, vital. Parafraseando a Jorge Teillier, entendemos que: “La poesía es la verdadera vida”, verdad que puede ser vivida en la tranquilidad de la aldea o en el bullicio de los bares, en la soledad de los bosques sureños o de los solitarios domingos urbanos 'mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios'”.

A la fecha, paradojalmente, su vida se debate en dos faenas en apariencia contrapuestas, la sensible labor poética y la ruda vida del minero, empero, pese a su distancia imaginaria, ambos mundos se comunican por esa capacidad de captar y transformar la realidad. Su poética se ha nutrido de tales experiencias, de aquel mundo eriazo que en la camaradería provee de luz. Vida consagrada al cobre que el respeta pero en la cual no desea encasillarse, por ello se prepara para el ingreso a la universidad en el área de pedagogía y lenguaje, también vislumbra la participación en concursos, encuentros y recitales de poesía y ante todo a madurar su estilo en función de lo que él entiende como la prosecución de una poesía final, capaz de comunicar lo más preciado, la emoción.

La obra de Rojas Terán.

En la poética de Rodrigo Rojas Terán, el verso libre y lo que el ojo inexperto podría calificar de buenas a primeras como una metáfora hermética y cerrada, revela por el contrario y con gran nitidez, al hacerse uno participe activo del diálogo e interpretación, la calidad humana del poeta, su herida y convicción.

La palabra fluye como aliado para la construcción de una atmósfera que transita en lo más profundo del ser, el drama existencial de ser arrojado a la vida, al crecimiento a veces agreste y desolado de paisajes derruidos, inhóspitos, demasiado amplios y portentosos para una joven o infantil mente. Aunque en ese desamparo, en esa vastedad inconmensurable del silencio, se halla también el espejo limpio de la inocencia, recamado por la ternura y delicadeza del que aún no cuestiona y se limita a la sorpresa y fantasía de cada elemento a descubrir y atesorar. La memoria y el tiempo son incipientes retazos que dan forma a un tejido bello que es la persona misma, sus sueños y esperanzas.

Un camino que con el pasar de los años y ante el cantar de la experiencia se diluye, se retrae y se ve filtrado por la conciencia cínica, utilitaria y lógica del adulto. El puente hacia ese pasado, hacia ese recodo perdido y felicidad, es la poesía, mágico y onírico lenguaje, capaz de desafiar y subvertir el pensamiento. De manera que se va gestando al interior del hablante lírico, una nostalgia, un desdoblamiento, entre el autor, Rodrigo Rojas como ser empírico y real, y Rodrigo como caminante, forastero, extranjero eterno en el seguimiento de un yo más autentico, en lo posible, libre de la contaminación del hombre activo, carente de reflexión, asesino inconsciente de ese añorado primer yo, el niño.

En ese devenir, los paisajes arraigados confrontan al mundo moderno su ruido y la cisura que provoca y cómo eludir la muerte, esa precariedad intrínseca del hombre y posibilidad ineludible. Todos estos elementos se dan cita para universalizar esta poesía que condensa un fuerte apasionamiento, introspección y contacto con las múltiples dimensiones de lo humano, desde el solipsismo que se reconoce en desamparo a lo gregario que acoge o lastima aquella intimidad. Desde lo lárico que busca expresarse ante lo cosmopolita y urbano, que tantas veces potencia por oposición, la otredad de esta antípoda pero que tantas otras, la mayoría, la invade y destruye.

En definitiva, como lector y crítico vislumbro la obra de Rojas Terán como, una alternativa renovadora de la tradición, asentada en los lindes de lo que el mismo llamo la edad de oro de la poesía chilena, pero desde una perspectiva moderna. La del joven hombre del presente que con mayor prontitud y desmesura, ve profanada la inocencia personal y de su mundo. De manera que lo lírico se conjuga a lo lárico y el refugio y añoranza no involucra sólo el espacio material, un bosque, una estación de trenes, un hogar perdido en el desierto o la llanura, ese hogar es el poeta, ese que mira más allá de la palabra gracias a la palabra.

Autor: Daniel Rojas Pachas

ESCRITURA DEL TIEMPO

"Y ahora recordando mi antiguo ser, - los lugares que yo he habitado y que aún ostentan mis sagrados pensamientos, comprendo que el sentido, el ruego con que toda soledad extraña nos sorprende, no es mas que la evidencia que de la tristeza humana queda". Omar Cáceres (1904-1943)

¿Qué sucede o qué se implora en ese relámpago casi impreciso,
moribundo, donde otro ser eternamente oculto se derrama?

No consigo ser otro que yo mismo
en ese momento único del sueño,
pues veía un espejismo en transito que no alcanza a callarse
sin más que el volumen excesivo de mi sangre
en completa y profunda resonancia.
Existe algo tan personal como el sueño que se desea a voluntad,
un último rumor a instantes de que un sueño sea descifrado
a orillas del primer escalofrió que nos delata
y la habitual eternidad que no se sabe, pero que se comparte nuevamente.
¿Puede ser que para otro mundo pueda llevar lo que he soñado? *
Lo irreparable de esto, es que debo decirlo sin adornos,
sin configuración alguna a que el pasado y el presente
se nombren nuevamente, libre de dictar o comunicar
lo que nunca se debiera haber dicho,
pero que finalmente se conserva en mi interior
como un inevitable hueso en perpetua hondura.
¿Cuáles son las razones del paso del tiempo? Pues ello prevalecerá
a la luz del instinto, en que yo sea otro "insensiblemente llevado a ser otro, también." *
"Pero las frases que faltaron decir en ese momento, me surgen todas"*, pero me duele
sentirlas y recordarlas tan distantes, y distintas en ese momento único del sueño,
natural y verdadero:

* Versos tornados desde un poema de Fernando Pessoa .

Poema escrito Sabado 26 de enero 2008.- Arica. Rodrigo Rojas Terán.

sábado, 22 de marzo de 2008

Murmuros.

12:03

Duplicado sin interés,
el rechazo y goce,

rechina fulminado, cuanta tabla y vaso mide la opacidad del reloj.

En tronido y tropel,
el cuerpo del machete y la mujer,
hecha vulgar difamación,
arrancan un feroz pedido y temor mortal.
Murmuran códigos, crujen siluetas y
zumbando el abrazo, sigue la humorada hasta el fin…
Diminutos cristales de espumante voz, las fluidas,
dan gracia a tanto torpe dedo;
arriba, la danza restalla los tacos sobre viejas baldosas.
Bajo la falda,
confiados,
sensibles y humedecidos,
serenos soñamos la conjunción del sol.

Autor: Daniel Rojas Pachas.


domingo, 16 de marzo de 2008

Nana Gutiérrez.

9:28

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A Nana Gutiérrez Bonelli, este nana-artículo que busca rescatar de los anaqueles la imagen y genio de una destacada mujer, valiente poeta, irreverente e irónica, locuaz y profunda. Rupturista, orgullo de Arica y las letras nacionales.

Nana, anti-poeta de Arica contribuyó arduamente a la cultura de nuestra ciudad, motivó a otros artistas, participó en congresos logrando reconocimiento internacional, publicó junto a destacados escritores de Latinoamérica y el mundo y logró que su obra fuese traducida y publicada en más de seis idiomas.

Tenia un particular concepto de si misma y se mostraba frente a sus pares creadores, tal como lo señala en su trabajo “medida de la soledad” lo cual reafirma Andrés Sabella en el prologo que hiciera al poemario de la escritora, titulado “Manos Arriba”: alta y larga como un árbol con ansias de llenarse de relámpagos, un metro setenta para medir la soledad, delgadísima con lectura y cultura. El fragor de Nana, sus ideas de humor negro e imágenes nuevas, foráneas a lo que se tendía a considerar como el catálogo poético, rompió con cuanto molesto punto común y frase hecha se topó en su camino, y en el fluir de su desacramentalizado lirismo, no dejó poetisa con cabeza.

En el concepto de Nana, a veces duro pero no por ello menos justo, había que dar crédito y descrédito a quien se lo merecía, y en ese devenir, resulta justo hacer la distinción entre mujer poeta y poetisa, siendo esta última una parodia light de la primera, una impostura o figura a la moda que podía pasar desde la gruppy a go go de los premios nacionales de literatura a la niñita bien, discutiendo de arte en un salón de té. De tal manera que el problema del género, el rol atribuido a la mujer por una sociedad falocéntrica y el complejo ambiente literario no menos condicionado por esa lógica que va del machismo a la misoginia, fue otro punto de lucha en que Nana demostró junto a otras poetas como Rosario Orrego de Uribe, María Monvel, Gabriela Mistral, Olga Acevedo, Alicia Galaz Vivar y Aída Moreno Lagos, entre otras destacadas; que el poder creativo y literario, no es patrimonio exclusivo otorgado por la diferencia de un cromosoma.

Actitud trágica y desafiante, sonrisa esplendida, plena de soledad y reflexión ante la comedia humana, condición que sus compañeros en los avatares del lirismo y la prosa debieron reconocer, Lafourcade la incluyó en su polémica y dispar antología del nuevo cuento chileno, lo cual la ubica en la generación de 1950 junto a autores de inmensa trayectoria como José Donoso, Jorge Edwards y Guillermo Blanco entre otros. También formó parte de la Antología de la Poesía nortina de Mario Bahamondes, fechada en 1966

Por otra parte, Coloane, nuestro Jack London dijo -ha nacido el nana-poema, una autora disparando contra los prejuicios y Nicanor Parra, el consagrado maestro de los artefactos dramáticos, en su afán deconstruccionista, le regaló el título de su obra que vió la luz en 1968. En esta, Nana despliega con intenciones catárticas, el cinismo de Diógenes y la contratextualidad bulle con anhelo de bajar de las mechas a los poetas del Partenón. No se extraña en cada una de las páginas en que sus nana-poemas revientan al mundo, la sátira amarga a la elegía, al rito pulcro de la confesión, a la loa gratuita y homilía fúnebre. Asistimos al fin de los discursos oficiales, el descreimiento ante la comunicación esteriotipada, los tropos añejos y esos grandes ídolos de barro. Como señalara Sabella con acierto, Cruel ante aquellos que sin verdad vital, intentan verdad poética.

Sobre la obra de Nana

Nana, cuenta entre sus títulos, Calendario, obra que realizó junto al peruano Winston Orrillo, Correspondencia que también la llevo a trabajar en diada, en este caso, con Marco Denevi, novelista argentino, no hay que olvidar funeral del poeta, donde colaboró con Selden Rodman, historiador y traductor al ingles de Neruda y Borges. Finalmente su poemario más conocido, Manos Arriba, es el que nos ocupa en esta ocasión.

En Manos arriba, desde un principio, Nana nos provee de una visión intimista que nos empuja de bruces a la melancolía, pérdida y arrebato. En medida de la soledad, el hablante lírico se confunde con la poeta y su perspectiva del dolor. La dosis exacta del abandono y quien busque una respuesta de quién fue o estuvo tras las palabras, hallará en esos pasajes, los más privado del ser, su desamparo. A manera de autoconfesión, el poema inaugural de la obra, ahonda en un intuitivismo precioso y de gran calidad humana, allí subyace el afán de comunicarse con uno mismo y con un memorable anticlímax que apacigua toda expectación del lector, un tímido “amen” nos remite al requiescat in peace del solipsismo.

Viudo melancólico, otro poema de los veintidós que componen esta producción, nos pone de cabeza ante la alteridad y la añoranza, como Bolaño decía al referirse a su poeta predilecto Nicanor Parra, en él hay mucho tumba, mucho cementerio y luego más tumba, en Nana también percibimos esa oscuridad, pero no en un sentido moral o gravado por una visión maniqueísta del mundo y sus relaciones, sino como lo más normal, lo propio ante nuestra precaria condición. Es una medida de soledad pero del otro, la necesidad de ese cuerpo, ese aliento que desnuda un abismo de costumbre y paridad, ante quien fuese compañero del alma. Este viudo melancólico, posee imágenes sugerentes que revelan lo infantil del miedo y la ternura del dolor en pasajes como:

A veces se ríe y se tapa la boca. Le avergüenza que descubran que en los dientes lleva el nombre de la muerta o En la frente, lleva un letrero que dice: "—ayúdeme! Tengo miedo a la oscuridad"—

Los Nana-Poemas por su parte, forman en "Manos Arriba" una trinidad del absurdo, parecen casi pequeños diálogos de Ionesco y cada uno, curiosamente apunta a satirizar un punto común del arte y el circuito de la comunicación, en Nanapoema lunar, el blanco es el mensaje poético, la forma en que a lo largo del tiempo se ha construido estéticamente la lírica, la inspiración y los elementos que son materia prima y loa del vate; el mar, el desierto, los bosques y la luna alba y cristalina, que Nana, como buena abjuradora desfigura, valiéndose de su propia imagen. Su autoconcepto abofetea a la tradición al señalar que Selene no es más que una mueca infernal de su rostro, postrada ante la ingenuidad de los que se cobijan bajo esa luz. Luego, en nanapoema para un pintor surrealista, ajusta su mira y acribilla al artista, al emisor de esa digresión poética. Sin tapujos ataca a los movimientos y sus excentricidades, los manifiestos y existencias erráticas que paren la cultura, dioses de limo tras el papel y lienzo, finalmente en nanapoema para un recién presentado, el caído en sus letras es el remitente, el público mismo, acostumbrado a la pasividad, con expectativas formales y una estructura tacita que guía sus pasos en la comunicación al punto de volverlo algo tedioso y resabido, aquí también se vislumbra una postura crítica ante las relaciones humanas permeadas por los códigos de la cortesía

Finalmente un gran poema titulado Para Dios 1967 simula un diálogo distendido con la última figura piadosa, en ella se temporaliza el stress del eje inmóvil a la luz del desasosiego mundano, la mejor forma de mostrar lo burdo cotidiano e inane de nuestro proceder, en una especie de confesión inversa, la poeta se vuelve el hombro fraterno y comprensivo de quien todo debiera sintetizar y comprender,

En medio de sus repetidas manifestaciones ambiciosas o hipócritas, sonara tu voz fuerte y segura y les dijeras: "—jNo les doy nada; nada les concedo!Ingénienselas, rebúsquenselas, arréglenselas como puedan.Yo apenas soy DIOS, no soy un mago! Y por ultimo, bájenme de esta cruzMe canse de estar colgado"—

Claro que hay mucho más, en la literatura de esta autora, en “Manos arriba” tenemos por qué escribo, el par para divorciados y divorciadas, colegial contemporáneo, Los poetas, las poetisas y denuncia, entre otros. Todos anti-poemas bastante actuales, capaces de resumir la lucha diaria del chileno y en forma cabal, del latinoamericano postmoderno, atravesado por multiplicidad de discursos asesinado por el cielo y los códigos. Otras obras recomendadas de la autora son: Insectario y el libro "por el rabo del ojo" elogiado en Italia por Pablo Neruda.

Para ser justos, sólo queda señalar que la obra de Nana resuma versatilidad, coraje y desparpajo lo cual la hace doblemente arriesgada y fértil, no se queda en la formula archiconocida y tampoco en el escándalo, escarnio o gratuidad del recurso que sorprende quizá una o dos veces al lector para luego volverse otra receta y tedio más. Nana apuesta a un distanciamiento estético, no entregar de buenas a primeras todo la potencia del contenido y para ello usa como primer aliado lo conocido, la retórica popular y lo que todos pensamos en algún momento pero no tuvimos el acierto o valor de espetar. De esa forma, tras la familiaridad y reconocimiento propio en la voz de la poeta, surgen las lecturas postreras, pues sus textos amenos y jocosos, dotados de melancolía y ternura, invitan a seguir siendo leídos y pensados, de manera que su sensibilidad penetre en cada anhelo, miedo, duda y por que no, rabieta sincera y burla justificada, lo cual privilegia el trabajo de esta autora, su dimensión aún vigente, capacitada para madurar y seguir abriendo puertas a una conciencia que se rehúsa a creer de buenas a primeras, en la mediocridad de las formas impuestas y los canones vetustos.

Autor: Daniel Rojas Pachas.

Las Poetisas. (Poema Completo de “Manos Arriba”)

OJO!
Han de saber Ustedes
que no hay nada mas deplorable
nada mas fastidioso
que las Señoritas Poetisas!
Estas Señoritas han invadido el mundo
han invadido los Círculos Literarios
han hecho morir del corazón,
a varios catedráticos!
Las hay de todos colores
y de todas tallas:
Poetisas de bigote
Poetisas sin escrúpulos
Poetisas con dientes postizos
Poetisas con faltas de ortografía
Poetisas flacas como
agujas de costureras tristes.
Poetisas en busca de un marido
Poetisas terror de Editoriales!
Poetisas que persiguen
a los Premios Nacionales.
Poetisas madres de familia.
Poetisas que van por las calles
ubicando a sus victimas.
Y las hay peores:
Poetisas Lolitas
Poetisas beatniks
Poetisas con pantalones
Saint Tropez
(capaces de volver loco a
cualquier Poeta del gremio)
Poetisas que escriben con el dedo.
Poetisas que sueñan con ser hombres
Poetisas recién dadas de alta
del Hospital Psiquiátrico.
Poetisas en tratamiento perpetuo.
Poetisas de provincia
Poetisas de la Antártida
Poetisas capaces de odiosos recitales.
Poetisas a punto de suicidarse
Poetisas de vuelta del suicidio.
Poetisas para bautizos
Poetisas adictas
a tomar Coca Cola.
Poetisas de pelo en pecho.
Poetisas picadas de viruela
Poetisas Beatles.
Pero, Ojo! Señores, todas ellas
terminaran con esta
maquiavélica invasión
con esta lluvia
con este vendaval
con este azote
con esta nueva especie atómica
acabaran os digo
Con todos los Géneros Literarios!
¡Dios Mío!


sábado, 15 de marzo de 2008

Cobre.

9:04


Sustraer el amargo destello,

la sana ensoñación y reloj atado.

La caminata,

largo y tupido cuello,

reverbera en copado

y terrible...

depone y sustrae,

cuanta achatada y sonrisa cara,

querida,

oneroso rostro de fémina herida...

el continente,

también lastimero, segundo a cuesta con lamentos.

En circulea fogata, sombría y terrible…

Con las manos atadas

de pies henchidos

y suelto en sílabas negras,

insospechado rebuzna,

resume y compendio a son,

los tumultos de gargantas

y las cunas de sierpe bicolor...

metamorfa de altura con enredadera de cabeza,

altiva, piadosa,

consiente y consiste,

en ir cubriendo de milímetro en mar

y de océano a cielo,

el cobrizo satélite,

cada pugna,

hollín encasquetado y extremidad hedionda,

unidas, mutiladas en su casta moribunda,

yerra y contrae la sal,

esa sol moneda,

sangre del principio eterno y principio...

Autor: Daniel Rojas Pachas.


martes, 11 de marzo de 2008

Vg.

21:13
Se puede, en toda devastación común, por mucho que los carteles lo prohíban y los agentes del orden así lo dispongan, palpar el sentido interno y genuino brillo de la creación; esa brecha límite y delicada que nos impulsa desde la herida. Ella nos consume y da cuerda (como un burdo respirador artificial), aunque sea por unas cuantas horas más.

Allí, durmiendo sobre la cicatriz impuesta y oficial cordón, pace la actitud de abjurador, el irónico aprecio a las formas, la heteroglosia capaz de sintetizarse y en mi particular afán, esa vocación por el sonido (verso amparado por el desconcertante poder del ritmo) tal como Borges, en su filológica obsesión con el ALEPH o Rothko, queriendo desnudar el delirante misterio del rojo y es que ante el espejo, descreo
de este mono parlanchín, la funcional dialéctica y el imperio de la sintaxis coordinada. La suma ya no congrega mi pasión y en el fondo, muy al fondo de esta poza confusa, sincero intuyo, que debe haber algo más o mejor aun, NADA, donde antes creímos despuntaba una magnánima estructura de rascacielos definiendo la herida, el respirador, mi propia voz y silencio; con un patentado signo, el de todos, que en concreto, no son más que eso. Un vano ser.

Autor: Daniel Rojas.


sábado, 8 de marzo de 2008

Taller Literario Clepsidra.

9:31
d

Ayer culminó con éxito en la Universidad de Tarapacá el primer curso de narrativa del colectivo literario Clepsidra. El programa de estudio así como las clases, estuvieron a cargo del profesor y director artístico de esta entidad, Daniel Rojas Pachas.

Llevado a cabo de forma gratuita, durante toda la semana y de manera intensiva, dos horas y media de amena charla y entrega de elementos teórico-prácticos relativos al cuento y análisis de estructuras narratológicas, se concretó un acercamiento de la comunidad literaria de Arica. Escritores y ávidos lectores enfrascados en un nutrido diálogo con respecto a la perspectivas de creación y difusión y sobre todo aunados por el interés de mejorar la técnica y oficio.

"Lo más importante, de este primer proyecto, es el compromiso de continuar con empeños similares, en lo posible repetir la experiencia, cuyo principal fin fue promover y afianzar por iniciativa propia, la cultura local". Dijo el profesor.

Pudimos ver como destacadas figuras de las letras de la ciudad se dieron cita día a día, El grupo de escritores Rapsodas fundacionales encabezados por Luís Araya Novoa y José Morales Salazar, el escritor Nelson Gómez León y su esposa la profesora y también escritora Iris Fernández, el editor, cronista y creador de la voz de la pampa Reinaldo Riveros Pizarro, fueron algunos de los más de veinticinco asistentes con que se contó en cada sesión, lo que es un verdadero record en este tipo de empresas culturales. También es importante destacar la diversidad del grupo que reunió a escolares de media, universitarios y adultos de experiencia en el arte de narrar.

Antes de despedirse, el joven profesor recalcó la importancia de apoyar todo tipo de actividades tendientes a promover y potenciar la riqueza de nuestra región en el plano creativo, por eso dejo abierta la invitación al taller de conversación literario de Clepsidra que comenzará el próximo jueves 13 de marzo, también en las dependencias de la universidad, a partir de las 7:40 en el hall central, mayor información y consultas al mail: carrollera@hotmail.com



martes, 4 de marzo de 2008

I.

23:52

Luminarias, cerros,
astros distantes,
en la hora reposada

gastan el gozne y el mirar

de arriba abajo, titilando, como secretas señales,
fugaz posa, que el tráfico nocturno
arrastra.
Es la virginal voz,
herida,
en el callejón de tonadas.
Abierta y con la cabeza,
de adentro hacia el mundo,
el delirio,
sin manos
sólo puede,
gemir lo incierto.

Autor: Daniel Rojas Pachas.


domingo, 2 de marzo de 2008

Novelista. Roberto Flores Salgado.

11:59
f


Roberto Flores Salgado, licenciado en educación y magíster en literatura, nació en Arica el año 1974 y realizó sus estudios de pre-grado en la universidad de Tarapacá. Actualmente reside en Santiago y combina la docencia con su voluntaria adhesión a las letras. Su fértil obra narrativa, se compone de libros de cuentos como Historias Limítrofes, La calle es libre y novelas como el Héroe y En días de invierno Boliviano. En tal medida, hemos elegido su persona y producción artística para dar inicio a esta nueva sección cultural de nuestro diario, la cual procura rescatar y promover el quehacer literario del norte, con especial atención en los baluartes de nuestra región.

Flores Salgado que recientemente publicó su novela En días de invierno Boliviano, se perfila como un narrador chileno de gran conocimiento, lector perspicaz y creador con oficio. Su versatilidad le permite abordar una historia sin complacencia, eludiendo las gastadas muletillas del best seller o paraliteratura.

La arquitectura de En días de invierno Boliviano, es un juego ambicioso que combina saltos espacio-tiempo acompañados por una prosa amistosa capaz de crear momentos y personajes entrañables, que reflejan mucho de nuestra identidad, plagada de aciertos y contradicciones; lo cual recuerda al vanguardista Manuel Rojas en Hijo de Ladrón. Esto nos permite ubicar al joven narrador Ariqueño dentro del canon literario nacional.

El uso de flashbacks y voces que se cruzan, cada una con su respectivo discurso. Le permite cubrir la gesta de una familia Ariqueña de origen Aymara; desde el tiempo en que Tacna aún partencía a chile, paseando al lector por hitos como la construcción del estadio Carlos Ditborn y el mundial del 62, el gobierno de la unidad popular y el plebiscito nacional, hasta llegar al presente. Para el lector fronterizo, la obra tiene un plus, ya que la atmósfera se nutre de nuestras calles, personas y costumbres. Sin embargo, esta, lejos de tratarse tan sólo de un retrato localista plagado de referencias, consigue universalizarse al tratar importantes temas como la amistad y hermandad frente a la traición y oportunismo, la tradición opuesta a la modernidad, el orgullo y amor a las raíces y antepasados, el mestizaje, la crisis de identidad y autoestima, heridas por el prejuicio y la xenofobia.

Tanto en la novela como en sus cuentos, nos topamos con los afro-descendientes de Azapa, los Aymaras, las relaciones interraciales y el contacto privilegiado que tenemos en virtud del hitotripartito.

La preocupación de Flores, en cuanto al racismo y sus nefastas consecuencias, aumenta su potencial y panorama narrativo y nos recuerda a grandes indigenistas peruanos como Ciro Alegría y José Maria Arguedas y a preocupados hombres de las letras como Asturias y Carpentier, Americanistas que abogaron por la riqueza y magia tras la mezcla de culturas.

Mas no debemos encasillar su trabajo, pues avanzando en el análisis, nos topamos con otra interesante faceta, la urbanidad y crisis existencial del hombre. Tal es el caso del Héroe, en la cual satiriza a nuestra sociedad y sus absurdas maneras, consumismo y violencia, hay que añadir a esto la pugna de poder, el tema de la dictadura y el hombre ante las estructuras sociales. Saltamos así de los parámetros localistas y nacionales o lo antropológico, pasando a temas que nos vinculan con la filosofía, la sociología, la psiquiatría moderna y las ideas políticas revolucionarias. Ya que si en el escaño anterior, vimos pasajes que rememoran capítulos trágicos de los Perros hambrientos o Yawar fiesta, aquí podemos penetrar a la interioridad herida y la confusión que se produce en la edificación del yo. El sentido de pertenencia, la alteridad y las libertades personales, desnudas ante el maltrato y hostigamiento del medio y los preconceptos. Un cuento maravilloso de Historias Limítrofes, La Frontera de mi corazón, nos recuerda a Julio Ramón Ribeyro, esa dúctil forma que tenia el peruano para decantar los tipos humanos. En su relato breve, Flores Salgado nos pone al tanto del viaje que realiza a Tacna un niño con su tía. El doble discurso de esta, su ternura pero ambiguo comportamiento en función de la piel, invita a este joven a adoptar una superioridad frente al peruano para luego defraudado, descubrir su parecido físico al promedio del país vecino, lo cual paradójicamente lo hace un extranjero en su tierra. Flores Salgado no elude aquí sus graciosas y punzantes referencias a la cultura pop chicha de ambos lados de la línea de la concordia, Ferrando y su trampolín, el Miranda, Inca Cola, el paseo Sangra, pero tras ello, subyace un gran problema, la alienación, la consigue a través de este personaje mostrar el otro lado de la represión, al que se le enrostra el puño pero que no responde servil.

El trayecto del comandante, es para el lector, un acercamiento a lo que es hoy, la nueva novela histórica, una representación de hechos verídicos y pertinentes de nuestra realidad, pero no al estilo de Sir Walter Scott o los decimonónicos, sino que en función de personajes alternos que desvían la atención del centro y nos permiten vistas periféricas e insospechadas a situaciones tantas veces contadas, aquí se trata la dictadura de Pinochet, sus fuerzas de inteligencia, la preparación del plebiscito y una pincelada a la historia continental del terrorismo, con figuras como Abimael Guzmán, Sendero Luminoso y el MRTA. Lo cual trae a colación a otros narradores. En este caso, los del llamado boom latinoamericano, como Vargas llosa eso sin contar a la generación del cincuenta en Chile, la llamada generación existencialista compuesta por Jorge Edwards, Lafourcade, Donoso y Guillermo Blanco entre otros.

En definitiva, podríamos ajustar el trabajo de Flores Salgado, al de un narrador erudito con una importante biblioteca a cuestas, capaz de tomar lo mejor de la tradición y la vanguardia, e inscribirse con éxito en un Neo-realismo que juega con ricos elementos estructurales y narratológicos. Lo que se traduce en formas innovadoras de ficcionalizar la historia, para así poder ubicar sus existencias noveladas, transitando en la memoria de todos nosotros como espejos de nuestros defectos, manías, contradicciones, esperanzas y sueños

Autor: Daniel Rojas Pachas.

Fragmento de En días de Invierno Boliviano.

Sonaron en sus oídos las notas del himno patrio que dimanaban de las cercanías del estadio interpretados por la banda del ejército, aquéllos que oyó por primera vez a los diez años y que en cuya letra pintaba los paisajes de un país que desconocía, una nación que poseía un mar que bañaba sus costas a diferencia del lugar al que perteneció en el que sólo existían salares y ríos; la tierra que albergaba campos de flores bordados, muy distintos a las tierras áridas cubiertas por bofedales, cactus y llaretas de su natal Sahuara.

Si en algo se parecía esa nación a la suya era en la majestuosa blanca montaña que Dios les había dado por baluarte, pero esa larga culebra de roca, cual sagrada Wiracocha de las leyendas ancestrales, era patrimonio de todos los indios alrededor de este gigantesco trozo de tierra que los españoles denominaron América.

¿En qué se diferenciaba este país al resto de países del continente, entonces?

En esas cavilaciones deambulaba la mente de mi padre hasta que un temblor sacudió toda la ciudad y el grito de miles de almas prorrumpió como el estallido de una bomba nuclear; el estadio se levantó un par de centímetros de sus fundamentos y las banderas tricolores flamearon como llamas en medio del fuego impetuoso, infernal. Chile había anotado un tanto.

- ¡Ponte de pie, paitoco, vamos ganando! – le gritó a mi viejo un hombre blanco; alzaba sus brazos con alegría infantil; el centenar de chilenos se abrazaban, saltaban mostrando risas, festejando con bulla.

Mi padre se quedó sentado sobre aquella breve roca del cerro, adherido aún a los pensamientos que revoloteaban en su mente segundos atrás. ¿Quién iba ganando y porqué estaba allí? Desconocía cuál era verdaderamente la bandera que lo representaba.

Cinosargo Ediciones

Cinosargo

Cinosargo es un proyecto multimedia transfronterizo que abarca la difusión digital del arte a través de su revista, y la producción y distribución del libro impreso gracias a la editorial y la organización de Ferias, Festivales y Congresos




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